La poesía es hambre de realidad
Octavio Paz
In Memoriam Rita Guerrero
Esta sed
abre sus puertas,
abre sus ojos como lince,
arriba como espuma matutina subiendo por la playa
como una mano atrapando el sexo.
Pronuncia palabras ciegas,
palabras muertas,
(tiesas) como perros muertos en el periférico,
perros podridos bajo el aura de moscas azules que zumban como podría zumbar la muerte.
Esta sed busca pozos lejanos,
busca la luna reflejada en el agua,
busca la noche averiada,
busca saciar sus pupilas en un jardín de tierra herida en donde las semillas lloran bajo la tierra y bajo el llanto germinan.
Bosque de espanto.
Bosque en donde la noche se esconde,
en donde esta sed se hinca,
como peregrino perdido,
esta sed busca un atajo.
Cárcel de luz,
rayos lunares atraviesan la ventana,
espigas nocturnas queriendo crecer,
queriendo alcanzar la noche oscura.
Frutos oscuros queriendo madurar,
queriendo pudrirse en algún lugar de la galaxia.
Pulpa astral.
Derrame de centellas y cometas
Esta noche es un cántaro roto.
Esta noche rueda como una moneda hacia la alcantarilla.
Esta sed es ancestral.
En un silencio como este fue que comencé a amarte,
comencé a desnudarte en un silencio como este.
Fueron pasos lentos los que me llevaron a ti,
atravesé tu cuerpo recolectando huellas de lumbre,
recolectando tus miradas perdidas,
fueron tus miradas migajas que comíamos al atardecer.
Mas que el Sol,
mas que la Luna,
fue tu boca la estrella fugaz que se perdía en mi boca y hacías de mi un curso,
un horizonte encendido,
fue tu sonrisa azteca la que no quiso sacrificarme
y bese tu frente en un silencio como este.
Mundo de vientos voraces que nos hace girar como la ultima hoja del otoño.
Mundo de criaturas empañados por filosofías,
por ciencias que agrietan el corazón.
Mundo de ciudades,
de ruinas digitales.
Imperios electrónicos.
Mundo de esclavos atados por las cadenas de la novedad.
Suicidas de lo inmediato.
Mundo de pasión pasiva.
Mundo insaciable que teclea sobre féretros buscando la ultima gota de información. Mundo inquieto.
Saqueador de imágenes y sonidos.
Carabelas invisibles entran por mis ojos y me he convertido en el conquistador. Desde aquí,
desde atrás de la cortina virtual,
hemos tardado en cerrar los ojos
y los sueños se han adelantado.